En una tienda minorista, mantener controlado el inventario es clave para evitar rupturas de stock y pérdidas económicas. Un TPV profesional te permite saber en tiempo real cuántas unidades quedan de cada producto, qué artículos funcionan mejor, qué categorías generan más beneficio y cuáles necesitan reposición. Esto facilita la gestión diaria, permite planificar compras y evita errores humanos. Además, usando hardware profesional como el de Ágora, obtienes estabilidad y velocidad en la actualización de datos, lo que mejora la eficiencia del negocio y reduce tiempos muertos.
Los clientes valoran un proceso de pago ágil y sin esperas. Los TPV actuales integran lectores de códigos de barras, terminales contactless y automatización del ticket, lo que reduce colas y mejora la experiencia de compra. Con un sistema bien configurado es posible registrar clientes, aplicar descuentos personalizados, gestionar programas de fidelización y obtener estadísticas diarias que ayudarán a mejorar la rentabilidad. Además, si combinas tu TPV con accesorios profesionales (lectores, impresoras, pantallas secundarias…), el mostrador gana fluidez y profesionalidad.