El lector de códigos es uno de los accesorios más rentables para cualquier TPV. Permite identificar productos al instante, acelerar el proceso de venta y reducir errores. En comercios de gran volumen, los lectores láser o 2D son indispensables para mantener el ritmo de trabajo. En hostelería también se utilizan para leer tarjetas de fidelización, códigos QR de pedidos o etiquetas de stock. Elegir un lector profesional garantiza durabilidad y una lectura precisa incluso en condiciones de poca luz.
Otros accesorios como soportes antivuelco, visores para cliente, cables reforzados o cajones portamonedas adicionales pueden mejorar la experiencia tanto del personal como del cliente. Un TPV bien organizado transmite profesionalidad, reduce errores y agiliza el servicio. La inversión en buenos accesorios tiene un retorno inmediato, ya que mejora la productividad del punto de venta desde el primer día.