En un bar con gran rotación de clientes, la rapidez es fundamental. Un TPV profesional permite introducir pedidos con agilidad, organizar comandas automáticamente y enviarlas a cocina o barra sin necesidad de papel. Esto evita errores típicos como confusiones de bebidas o platos, pedidos duplicados o notas ilegibles. Además, la experiencia del personal mejora, ya que pueden trabajar más fluidamente incluso en horas punta. Los sistemas Ágora permiten ordenar las comandas por categorías, zonas o mesas, mejorando drásticamente la eficiencia del negocio.
Uno de los puntos críticos en bares y cervecerías es mantener un control correcto de las mesas: cuáles están ocupadas, qué pedidos tiene cada una, cuánto tiempo llevan esperando o si hay cuentas separadas. Los TPV modernos incluyen planos visuales del local, permitiendo a los trabajadores ver en un instante todo lo que ocurre. Esto evita tensiones en el personal, agiliza el turno y mejora la experiencia del cliente. Además, ayuda a detectar mesas que podrían rotar antes, optimizando la rentabilidad por servicio.